Fuente: portafolio.co
Autor: MANUEL JOSÉ CÁRDENAS
Fecha: 9 de julio de 2018
Link de consulta: http://www.portafolio.co/opinion/manuel-jose-cardenas/un-paso-fundamental-al-mundo-digital-518891
La factura electrónica se comenzó a utilizar en algunos países de América Latina en la década de los noventa y, con la entrada del nuevo siglo, su implementación se aceleró significativamente. La búsqueda de seguridad, trazabilidad e integridad del mensaje ha conducido a la mayoría de los gobiernos de la región a establecer la obligatoriedad de su uso y los procesos de ‘homologación’ para intercambiar facturas. Chile fue el pionero en el 2003, seguido por Brasil y México. Estos tres países lideran hoy la facturación electrónica tanto en la región como en el mundo.
En la actualidad, el uso de la factura en formato digital es obligatorio en Brasil, México, Chile, Perú, Ecuador, Argentina, Uruguay y Guatemala. Colombia ha estado bastante rezagada. Aunque desde 1994 se expidieron normas para reglamentarla, y se ha utilizado de manera voluntaria, solo hasta la reforma tributaria del 2016 (Ley 1819) se estableció que todos los responsables de declarar y pagar IVA y el impuesto al consumo deberán expedir factura electrónica a partir del primero de enero del 2019.
La experiencia de los países donde se lleva años usando la factura electrónica ha demostrado que su uso aporta importantes ventajas y beneficios a todos los sectores de la actividad económica. En efecto, la gran cantidad de conexiones informáticas que permitirá dicho mecanismo hará realidad un gigantesco ecosistema de EDI (Electronic Data Interchange), haciendo que Colombia dé un paso fundamental hacia un mundo más digital. Igualmente, la consolidación de los datos transaccionales de miles de empresas liberará un potencial de análisis de mercado en tiempo real y facilitará la definición acertada de políticas públicas. Ello impactará favorablemente la competitividad de diferentes sectores, pues al lograr entender la dinámica transaccional del país en tiempo real, permitirá tomar decisiones más rápidas y acertadas.
Este gran cambio, en lo que tiene que ver con las empresas, se verá principalmente en las pyme, pues la posibilidad de acceso a un ciclo completamente digital permitirá la reducción de costos, mejora en la gestión del negocio, en los pagos y cobros, así como la posibilidad de acceder a nuevas fuentes de financiación.
En las naciones de América Latina que son pioneros en facturación electrónica, el modelo se ha masificado y ahora comienza a utilizarse en otros procesos de cumplimiento fiscal, como la contabilidad electrónica. En algunos países de Europa, la factura electrónica ha logrado un crecimiento notable en el ámbito del Business to Consumer (B2C) y, en menor medida, en el de Business to Business (B2B). El sector público actúa como un motor a la hora de impulsar el salto al mundo sin papeles (paperless), mediante incentivos fiscales o con la obligación de las declaraciones electrónicas de IVA, las cuales son cada vez más frecuentes.
Teniendo en cuenta estos beneficios, el presidente electo Iván Duque, en su programa de gobierno propuso “impulsar la factura electrónica, empezando por bienes raíces y luego extendiéndola a todas las transacciones, ahorrando costos, generando trazabilidad y con transparencia absoluta”. Sería importante que al posesionarse concretara más esta iniciativa y creara un grupo de trabajo para que presente una propuesta que pueda formar parte del proyecto de reforma tributaria que tendrá que presentar al Congreso.