La administración de Claudia López busca que quede para la posteridad el modelo que le permite a ciertas empresas funcionar al aire libre. Para eso se requiere financiación, y uno de los medios que se contempla es el el ‘oro’ del siglo XXI, los datos.
Bogotá a Cielo Abierto ha sido un pilar en la estrategia de la administración de Claudia López para alcanzar la reactivación y recuperación económica de la capital. La idea de que actividades gastronómicas y culturales se puedan hacer al aire libre permitió que, a diciembre de 2020, se ractivaran 8.800 establecimientos comerciales, los cuales generaron 238.000 empleos, atendieron a 2′300.000 clientes e incrementaron sus ventas un 85 % (teniendo en cuenta que al comienzo de la pandemia estaban casi que inoperantes).
En la práctica, el Distrito invirtió en urbanismo táctico, delimitando con pintura las zonas que los restaurantes pueden utilizar para ubicar a sus comensales; invirtiendo en infraestructuras para ampliar los aforos de los negocios, como pasó en su momento con una estructura de tres pisos en frente de la Plaza de Mercado de La Perseverancia; e incluso iluminándolos y señalizándolos para cautivar la atención de las personas.
Esta idea, que nació en tiempo de pandemia para mitigar la propagación del COVID-19, podría permanecer en la posteridad, o por lo menos esa es la intención de Claudia López, quien hace algunas semanas viene hablando, junto con su secretaria de Desarrollo Económico, Carolina Durán, de un proyecto llamado “Bogotá a Cielo Abierto 2.0”.
En entrevista con El Espectador, Durán explicó que lo que se busca en los próximos días es levantar los fundamentos jurídicos, financieros y operativos que le permitan a este modelo permanecer con el paso de los años, incluso después de que la historia de la humanidad haya pasado la hoja de la pandemia que vivimos.
No obstante, la idea de sacarle jugo al uso comercial del espacio público no es nueva en la capital. Desde administraciones pasadas, el Departamento Administrativo de la Defensoría del Espacio Público (DADEP) viene adelantando el tema de los DEMOS, el cual tiene entre sus características que las personas puedan darle un uso comercial al espacio público, siempre y cuando se comprometan a pagar por el mismo y mantenerlo en buen estado.
Con Bogotá a Cielo Abierto 2.0 se busca algo parecido, porque quienes hagan uso comercial del espacio público tendrán que comprometerse a mantenerlo en buenas condiciones. No obstante, se planean otras formas en las cuales estos lugares podrían retribuir al Distrito los beneficios que están obteniendo.
Para Durán es claro que en este momento sería un despropósito exigirle a los empresarios que den un aporte económico por este uso comercial, pues aunque reconoce que su capacidad de pago siempre ha sido de las mejores, lo que necesita ahora el tejido empresarial es recuperarse del fuerte coletazo económico que ha significado la pandemia.
Sin embargo El Espectador ha hablado con varios empresarios, entre ellos dueños de restaurantes como el Gato Gris, quienes estarían dispuestos a pagar un porcentaje de las ventas que realicen bajo el modelo de a Cielo Abierto, pues la experiencia que han tenido con este en la pandemia les ha permitido ver nuevos horizontes para atender a sus comensales.
En su momento Claudia López habló de permitir que empresas terceras aprovecharán estos lugares para poner allí su publicidad. Sin embargo, existen barreras que impiden tal ambición, pues en Bogotá está prohibida la exhibición de material publicitario en este tipo de espacios, por lo que habría que derogar la normativa que los restringe y crear una nueva que ponga unas reglas claras que impidan que estos lugares se conviertan en, como lo dice Durán, “el festival del logo”. Aunque interesante, esa no sería una propuesta que se alcance en el corto plazo.
Otra de las propuestas que contempla Durán es sacar provecho a partir del petróleo del siglo XXI, los datos. Gigantes tecnológicos como Google y Facebook han demostrado lo rentable que es el negocio de los datos, pues hoy en día gran parte de las decisiones empresariales y gubernamentales se mueven a partir de la analítica de los mismos.
La propuesta de Durán, que en los próximos días tendría su piloto en Usaquén y contaría con el apoyo de la ETB, es que cada vez que una persona asista a un espacio de Cielo Abierto tenga la oportunidad de conectarse a una red Wi-Fi pública, mediante la cual se le daría, con la condición de que acepte compartir datos. Aún no está claro qué tipo de datos, pero por lo general son del tipo ubicación, género, edad… información (en la teoría) que no vulnera la privacidad de las personas, pero que da beneficios a quienes estén interesados en comprarla.
Sin embargo queda la duda de si este sería el único modelo de financiamiento, o si habrá otros, porque bajo este, quienes estarían pagando con sus datos serían los usuarios, y no los empresarios que se benefician del uso comercial del espacio público.
Este es un tema que se deberá mirar con lupa, pues las empresas que captan y procesan estos datos deben garantizar la privacidad de las personas, el no recoger datos sensibles y blindar sus redes para evitar que crakers (hacker que hacen acciones ilegales) las vulneren y las conviertan en una plataforma de estafas, extorsiones y demás ciberamenazas.
Por otro lado, este sería un insumo más que tendría la recientemente creada Agencia de Analítica de Datos de Bogotá, la cual tiene como parte de su misión procesar información que le permita a la administración Distrital mejorar su toma de decisiones a partir de datos que le permitan tener una mirada más informada. Hay que recordar que la ETB es un actor protagónico en esta agencia, pues en la administración de Claudia López le quitaron el anuncio de “se vende” que le tenía puesto Enrique Peñalosa, para convertirla en un pilar de la transformación digital de la capital.
Se espera que, después de los pilotos a los que haya lugar, en marzo la Secretaría de Desarrollo Económico presente a la alcaldesa el proyecto estructurado de Bogotá a Cielo Abierto 2.0, el cual contará con un proceso de consulta y socialización ciudadanaProtecc
Fuente: https://www.elespectador.com/noticias/bogota/bogota-a-cielo-abierto-20-se-financiaria-con-los-datos-de-las-personas/