La Comisión Federal de Comercio concluyó que la empresa se valió de afirmaciones falsas para recolectar información personal de los usuaios y convertirlos en objetivos de campañas.
Reguladores estadounidenses concluyeron el viernes que la consultora británica Cambridge Analytica, que estuvo en el centro de un escándalo de robo de datos por medio de Facebook, engañó a usuarios sobre cómo recolectaba y usaba su información personal.
La Comisión Federal de Comercio (FTC) dijo que la investigación lanzada en marzo de 2018 llegó a la conclusión de que la empresa de consultoría política ahora desaparecida «se involucró en prácticas engañosas para recolectar información personal de decenas de millones de usuarios de Facebook» para definir sus perfiles políticos y convertirlos en objetivos de campañas.
La FTC dijo que la firma británica, que trabajó en la campaña presidencial de 2016 de Donald Trump, hizo afirmaciones «falsas y engañosas» cuando ofreció a los usuarios de Facebook un «cuestionario de personalidad», afirmando que no descargaría nombres ni ninguna otra información de identificación personal.
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El caso creó un escándalo sobre la protección de datos cuando se reveló que Cambridge Analytica podía crear perfiles psicológicos utilizando datos de millones de usuarios de Facebook a través de la recolección de datos.
La aplicación de predicción de personalidad fue descargada por 270.000 personas, pero también recogió datos de sus amigos, y la empresa hizo un esfuerzo para predecir el comportamiento de los votantes de Estados Unidos.
No quedó claro de inmediato qué impacto tendrían los hallazgos de la FTC.
La FTC emitió una orden que prohíbe a Cambridge Analytica, cerrada en 2018, hacer declaraciones falsas sobre cómo maneja los datos personales y requiere el cumplimiento de un acuerdo de privacidad entre Estados Unidos y la Unión Europea.
La FTC llegó a un acuerdo a principios de este año con el ex director ejecutivo de Cambridge Analytica, Alexander Nix, y el desarrollador de aplicaciones Aleksandr Kogan, que les exige que eliminen o destruyan cualquier información personal que hayan recopilado.
La propia investigación de Facebook encontró que datos de unos 87 millones de usuarios habían sido afectados, y que las prácticas violaban los términos del servicio de la red.